de vez en cuando

sábado, 22 de diciembre de 2007

Una navidad para recordar


Allá por Diciembre del año 2004, la ciudad de Columbus, así como otras ciudades del centro de Ohio experimentó una tormenta invernal que afectó la vida de miles de hogares. Muchas zonas , donde la nieve alcanzó más de un metro de altura, fueron declaradas en emergencia.

Aquí en la ciudad los estragos no fueron tan grandes pero debido a los embates del clima, los suministros de energía eléctrica fueron dañados y el servicio no se restableció hasta por varios días, justo por las navidades. Muchas personas optaron por buscar hoteles para protegerse del frío, con una temperatura de -10 grados centígrados y sin electricidad para que funcione la calefacción las casas estaban tan frías como un refrigerador.

Este es un email que envié a mis amigos el 26 de Diciembre del 2004, y quise compartirlo con ustedes, Dios los bendiga.


"Bea tuvo que trabajar ese día hasta las 7 de la noche, yo había pensado incluso en pasar un par de noches en un hotel, como mucha gente lo hizo para calentarse, pero los más cercanos estaban repletos y sin más cupo, busqué cuanto calentador a gas o kerosén hubiera en las tiendas pero todos estaban agotados, ese día ( 24 ) cansado de buscar, con unas calles que te obligaban a manejar súper despacio por temor a resbalar por el hielo y encima sin teléfono para hablar con Bea, regresé con Pilar a casa, faltaba poco más de una hora para que Bea saliera, ella por su lado estaba muy triste, la última comunicación que tuvimos con la ayuda de un celular de mi vecino ( Bea se había llevado el nuestro al trabajo) yo le había dicho que había oído por la radio que probablemente no íbamos a tener luz ni teléfono por otros dos días.

La improvisada cama que habíamos hecho en la sala para los tres seguía allí, ya casi estaba la casa a oscuras, Pilar y yo nos pusimos a encender algunas velas y la leña de la chimenea para calentarnos un poco, en el fondo yo sentía pena por mi hija, habíamos hecho tantos planes la semana anterior y ahora no teníamos electricidad siquiera para preparar el chocolate, infructuosamente habíamos usado la chimenea como cocina pero era más lo que humeaba las ollas que lo que calentaba, mientras Pilar veía la leña quemarse en la chimenea, yo pensaba, con un poco de culpa ,en las navidades que yo pasé rodeado de mi familia en casa de mi abuela cuando tenia su edad, éramos tremendo grupo de gente alrededor del árbol, villancicos en la radio, cuetones y fuegos artificiales, abrazos y regalos por todos lados, ese día no teníamos nada de eso, estaba solo con mi hija de siete años y mi esposa trabajando sin saber mucho de nosotros.

Pilar y yo ,como no lo estábamos desde hacia tiempo, sin interrupciones, sin computadora, sin vídeo juegos sin Nickelodeon ni TV, nos pusimos a hablar y a conocernos más mientras esperábamos a su mama…increíblemente mi hija me levanto el ánimo con su inocente sabiduría y estas palabras :… Papá esta es la verdadera navidad, la navidad que vivió Jesús, sin luz y con frió pero con amor y yo los quiero mucho a ti y a mi mama, lo demás no importa, … mi hija le había enseñado a un viejo de más de treinta el verdadero valor de las cosas. De pronto ocurrió la magia de la navidad, atónitos frente a nosotros nuestro árbol lucia hermoso con sus luces encendidas en esa oscuridad que ya nos estábamos acostumbrando.

Pilar y yo no lo podíamos creer, saltamos de alegría, todavía estamos a tiempo nos dijimos, Bea no iba a llegar hasta dentro de una hora, debíamos preparar la casa para celebrar la navidad y pusimos manos a la obra, con la ayuda de Pilar hice una de mis más rápidas cenas de navidad, adornamos la mesa, arreglamos la sala y nos cambiamos para la ocasión.

Cuando Bea llegó, contenta por ver las luces afuera, se quedo boquiabierta , había una hermosa mesa con copas, champagne, pan dulce y chocolate donde horas atrás solo había velas y puro desorden , me abrazó fuerte y yo correspondí ese abrazo con todo mi amor y felicidad,(aunque me duela confesarlo soltamos unas lágrimas los dos) Gracias a Dios finalmente lo habíamos logrado, no solo la nochebuena recibimos esa día, sino una lección de fe y amor.

No fue una de mis mejores navidades tengo que admitirlo pero creo que fue la más emotiva navidad que he pasado en mi vida… "

Feliz Navidad a todos