de vez en cuando

martes, 18 de setiembre de 2007

Juan, es tu turno...



Ora por mi me pidió Juan con angustia, hace unas pocas semanas atrás. Era la primera vez que alguien solicitaba mi intercesión con el Señor, pero era del mismo modo la primera vez que sentí que debía hacerlo, por alguna razón Dios había cambiado a ese incrédulo y pagano hombre que fui en una persona mas sensible, aprendí a conocer al Señor de un modo diferente.No porque alguien me lo pidió, no por seguir la razón del hombre si no por la justicia divina de mi creador, tal vez fue el único modo que yo hubiera respondido.¿Entonces como seguir dudando?, Dios me quería para El y mi tiempo había llegado.

Me ha escrito una adolescente que asegura ser anticristiana. Doy gracias a Dios que aun nosotros podemos ponernos etiquetas, que tenemos la libertad de tomar el camino que queramos. Somos libres de hacer y sentir y andar por la senda que mejor se nos ocurra. Pocos padres hacen eso, y son aun menos los que nos aman tan intensamente que están dispuestos a morir por salvarnos de nuestros errores. Aun cuando andamos en malos caminos, como lo hice yo, aun cuando no queremos oírle, aun cuando no sentimos nada por El; es grandioso saber que El esta ahí junto a nosotros, esperando como celoso padre, dejándonos caer... porque somos su creación más perfecta y somos tan grandes e importantes para El que respeta nuestra voluntad, nuestros caprichos e iniquidades, aun sabiendo que nos lastimamos. Pero El está ahí, aguardando, esperando que tu le hables, esperando que te acerques a El para no volver a caer y hacerte daño a ti mismo.

Juan, estoy orando por ustedes, pero mi oración no será mejor que la tuya para los oídos de nuestro Padre. Ten fe que El está ahí, esperando como esperó por mi. Y no dejo de agradecerle su paciencia y misericordia desde entonces.
Dudé y aun tengo temores, pero las obras de mi Padre son muchas y mi fe se acrecienta día a día. (Mateo 7:7-11).

Juan, si le relación con tu esposa pasó por duros momentos y se perdió la confianza entre ustedes, acercate al Señor con arrepentimiento y fe, y verás que el concederá lo que tu corazón desee:

Señor te pido que le des a mi esposa la habilidad de confiar plenamente en mi. Más que nada deseo que ella confíe en tu Espíritu Santo obrando en mi. Revélame donde no he sido digno de confianza o he violado la misma, y yo lo confesaré como un pecado ante ti. Ayúdame para no volver a comportarme de esa manera. Hazme digno de su confianza. Muestrame como puedo convencerla de que establecí un pacto contigo y que haré todo lo que esté a mi alcance para ser confiable.
En cualquier lugar donde haya ocurrido un quebrantamiento mutuo de confianza, ayúdanos a reestablecerla de manera firme. Que ambos confiemos en que tú, Señor, estás obrando en cada uno de nosotros. Quebranta cualquier relación o atadura del alma inmunda que pueda existir entre mi persona y cualquier mujer de mi pasado.Quebranta cualquier relación o atadura del alma inmunda que pueda existir entre mi esposa y cualquier hombre de su pasado.Ayudanos a arrepentirnos completamente de todas las relaciones fuera de la nuestra que no te glorificaron.
Ayúdame a ser el líder espiritual de mi hogar y de mi familia que tú deseas que yo sea. Aumenta nuestra fe, porque sé que eres escudo a los que en ti confían (Proverbios 30:5).
En este día, a favor de mi esposa y el mio, declaro que té eres nuestro refugio y fortaleza. Tú eres nuestro Dios y en ti confiaremos (Salmo 91:2).


Dios los bendiga, Juan ...

sábado, 15 de setiembre de 2007

Anatomía de una crucifixión






La crucifixión era un sistema de ejecución romano para esclavos, rebeldes y delincuentes. Este método era en tiempos de Jesús practicado únicamente por los romanos y no podían dictarlo los judíos ( Juan 18;28-31 ). Si bien los romanos la utilizaban, la crucifixión no es de origen romano, sino posiblemente persa ( s.VI a.C.) y otros pueblos como los griegos (quien la denominaban stauros), los fenicios o los cartagineses ya la habían practicado desde antaño. Alejandro Magno la introdujo en Egipto y Cartagena. En época helenística Alejandro Janeo (103-76 a.C.) crucificó a ochocientos fariseos; pero no fue hasta los tiempos del Imperio Romano, cuando se hizo un uso asiduo y continuado de la crucifixión.

En Jerusalén, el general Varo crucificó en el año 4 a.C. a unos dos mil judíos que se habían rebelado y entre el 48 y 52 d.C. Ventidio Cumano, gobernador de Judea, hizo lo mismo. En tiempos de Jesús, Pilatos ejerció su autoridad con crueldad. En el año 26 d.C. sofocó una rebelión judía y en el año 36 d.C. mandó degollar a una multitud de judíos. Flavio Josefo lo describe con una personalidad despiadada, siendo destituido en el 36 d.C. Después fue llamado a Roma para responder de acusaciones tales como tributos insoportables y arbitrarios, masacres colectivas, torturas y encarcelamientos de inocentes y despojos ilegales.

Existen vestigios arqueológicos sobre la crucifixión en Palestina. En 1968, durante las excavaciones realizadas en Jerusalén en Giv’at ha-Mitvar a unos dos kilómetros de la Puerta de Damasco, se hallaron los restos de 35 personas del siglo I d.C., entre los cadáveres había el de un hombre que había muerto crucificado. Sus restos se hallaban en un osario donde aparecía su nombre Yehohanán (en hebreo Yahveh es -o ha dado- gracia), hijo de HGQWL (Hagakol, es decir, Ezequiel) . Se trataba de un varón de entre 24 y 28 años y de 1,67 metros de altura.

El profesor Haas del Departamento de Anatomía de la Universidad Hebrea de Jerusalén, examinó los restos llegando a la conclusión de que este hombre crucificado fue colocado con ambos pies clavados a un madero de madera de olivo, mediante un único clavo de hierro de dieciocho centímetros de longitud que atravesó de forma lateral un soporte de madera, ideado para dificultar la movilidad de las piernas del crucificado y seguidamente el clavo penetró en el calcaneum o hueso del talón de Yehohanán. Los brazos estaban sujetos a un poste de madera mediante clavos que atravesaban el hueso de las muñecas. En esa posición el cuerpo cae progresivamente sobre su propio peso, impidiendo la respiración, y produciendo de forma agónica la asfixia del condenado.
Pueden ver el hueso de Yehohanán todavía con el clavo de su crucifixión:

















Si bien el informe del profesor Haas de 1970 mencionaba un único clavo de unos 18 centímetros de longitud, en 1985, J. Zias y E. Sekeles reexaminaron los restos óseos y el fragmento de clavo hallado, llegando a la conclusión de que el clavo no tenía dieciocho centímetros de longitud, sino once y medio, por lo que no hubo un único clavo que atravesó ambos pies, sino que fueron dos por separado.

Las tibias de Yehohanán estaban rotas debido a un golpe infringido con una especie de maza, algo que les sucedió a los dos delincuentes crucificados junto a Jesús (Juan 19:32). La fractura de las piernas, denominada crurifragium o skelokopia, impediría la reincorporación del crucificado, produciéndole una asfixia en pocos minutos.

En el caso de Jesús, todavía es más complejo que el de Yehohanán, pues únicamente podemos atenernos a los Evangelios. Se han realizado numerosos estudios médicos sobre la causa de la muerte de Jesús y las heridas que se le produjeron durante la tortura y crucifixión a la que fue sometido.

La flagelación, como ha manifestado Tito Livio y Flavio Josefo formaba parte de la crucifixión romana, es decir, la flagelación a la que fue sometida Jesús no era una pena distinta, accesoria o complementaria, sino que formaba parte del propio proceso de crucifixión con la finalidad de debilitar al condenado y acelerar la muerte en la cruz. El látigo o flagrum taxillatum fue un instrumento de mango corto formado por cuatro o cinco correas de piel de becerro de unos 50 cm de longitud en cuyos extremos llevaban atajadas huesos de oveja con aristas y bolas de plomo. La función de este látigo era destrozar literalmente la piel y producir hemorragias. La distancia a la que Jesús fue flagelado, pudo ser tan sólo un metro y realizado simultáneamente por dos romanos, produciéndole heridas en la piel comparables a quemaduras de tercer grado.

La flagelación continuada también le produjo contusiones, irritaciones cutáneas, excoriaciones, erosiones y llagas. Además, los golpes fuertes y repetidos sobre la espalda y el tórax, le pudieron haber provocado, lesiones en la pleura e incluso pericarditis, con consecuencias graves para la respiración, y una insuficiencia renal. En algunos puntos del tronco las heridas contusas habrían sido tan profundas, produciendo un desgarramiento muscular y hemorragias profusas. El número de latigazos, según la ley hebrea, era de 40, pero Jesús pudo haber recibido más, al aplicarse la ley romana. Este tipo de flagelo se ha hallado en catacumbas romanas.

Lo que no formaba parte de la crucifixión, era la vejación a la que fue sometida Jesús, poniéndole una corona de espinas en la cabeza, vistiéndole con un manto de púrpura y dándole una caña, para después burlarse de él ( Mateo 27:27-31). El profesor de Medicina Sebastiano Rodante de la Universidad de Siracusa ha realizado importantes estudios sobre la coronación de espinas y el doctor José Javier Domínguez, de la Universidad de Navarra realizó un experimento de simulación para observar las heridas que podría producir una corona de espinas como la de Jesús. Lo que hizo fue coger una calavera y la revistió con un grosor de 5 milímetros de plastilina. Una vez simuladas las partes blandas de la cabeza, encasquetó una corona de espinas procedente de espinos mediterráneos, y le propinó varios golpes a la corona, quedando la plastilina desgarrada en la parte frontal y en la parte occipital. Para el doctor José Antonio Lorente especialista en Medicina Legal y Forense y profesor titular de Medicina Legal de la Universidad de Granada la corona de espinas no está relacionada con la causa de la muerte, al no afectar a órganos vitales.

El texto bíblico no narra que Jesús cayera varias veces camino del Calvario, cargando el peso del madero. La verdad es que en las crucifixiones no siempre sucedía así. A veces se le conducía directamente al reo al lugar de crucifixión, donde ya estaban las cruces dispuestas, pero el caso de Jesús fue singular. La cruz estaba compuesta por un PATIBULUM o palo horizontal cuyo peso serían entre 34 y 60 kilogramos y el STIPES o estípite, el palo vertical de la cruz que solía estar plantado en el lugar del suplicio. Por eso Jesús en el camino hacia el Gólgota, pudo haber llevado atado sobre sus espaldas el Patíbulo. Los evangelios no hablan de las caídas de Jesús, es la tradición cristiana quién ha incorporado tres caídas de Jesús durante su traslado. Para el traslado del Patibulum los romanos tuvieron que echar mano de un hombre llamado Simón de Cirene (Mateo 27:32, Marcos 15:21, Lucas 23:26).

Dentro de esta tradición de las tres caídas, el cirujano turinés Nicolo Cinquemani , dio a conocer el 29 de marzo de 1998 una nueva hipótesis. A lo largo de estas caídas, uno de los clavos que llevaba incrustados en el Patibulum le perforó la parte derecha de la espalda, penetró 12 centímetros y le llegó hasta el pulmón ocasionándole un hemotórax. La sangre producida por la herida habría inundado sus pulmones y Jesús habría caído en una fase de insuficiencia respiratoria de la que ya no pudo recuperarse. Fue llevado en tal estado a la cruz que la muerte fue en pocos minutos.

Esta hipótesis choca frontalmente con la elaborada por David A. Ball en 1989, quién simuló una crucifixión utilizando cuerdas y ganchos en vez de clavos. De esta manera, pudo comprobar que con las muñecas clavadas a la cruz y el cuerpo suspendido, los pulmones estirados quedan hiperinflados y la única forma de respirar es elevar el cuerpo, y si no se eleva el cuerpo, la muerte se produciría después de cierto tiempo, por asfixia. El doctor José Antonio Lorente concluyó que la causa inmediata de la muerte de Jesús fue debido a hipoxia-anoxia (hipoxia es disminución de la concentración de oxígeno en la sangre, y anoxia es la ausencia total de oxígeno en la misma) cerebral consecuencia de hipovolemia (disminución del volumen de sangre) post-hemorrágica, de insuficiencia respiratoria mecánica (incapacidad para respirar adecuadamente por falta de movilidad) por graves lesiones en músculos intercostales, y de insuficiencia cardiaca. La causa fundamental de la muerte de Jesús fueron las múltiples heridas inciso-contusas, equimosis, erosiones, excoriaciones y hematomas en la parte anterior y posterior del tronco.

Destacar del examen del profesor Lorente que Jesús en su agonía pudo haber padecido el "Síndrome de aplastamiento" debido a la cantidad de golpes recibidos en los mismos lugares y también una "irritación de las pleuras o membranas que rodean los pulmones"; esto último origina una pleuritis con una acumulación de líquido entre las pleuras, lo que se identifica con Juan 19:34. "Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua. El líquido que se acumula entre las pleuras se denomina «exudado» que en este caso sería de apariencia transparente similar al agua y acompañado de sangre debido a las lesiones propias en las arterias y venas de la zona.

En cuanto a los clavos en la zona carpiana de las extremidades, no pueden estar relacionadas directamente con la muerte, al no afectar a órganos vitales y no cabe una infección grave a tan corto plazo. Esta completamente descartado que los clavos fueran introducidos en las palmas de las manos, pues estas se hubieran desgarrado, ocasionando el desplome del cuerpo. El clavo introducido en la muñeca lesionó el nervio mediano, lo que provoca un dolor tan atroz que puede llegarse a perder el conocimiento. Además los clavos pueden desgarrar arterias o venas, redundando en un posible shock hipovolémico. En cuanto a un único clavo sobre los pies de Jesús, los experimentos realizados han demostrado que no hay dificultad en poner los pies uno sobre otro y clavarlos con un único clavo. La posición del clavo en el segundo espacio metatarsiano permitiría que los pies se apoyaran firmemente. Ninguno de los evangelistas da detalle sobre cuantos clavos se utilizaron para la crucifixión de Jesús y sabemos por las interpretaciones de Zias y Sekeles, que podrían haberse utilizado hasta dos clavos, uno para cada pié.

Todavía hay muchos interrogantes sobre la crucifixión de Jesús. Por ejemplo se ha discrepado sobre la altura de la cruz y la forma de esta. Algunos estudiosos entienden que la cruz no tenía una elevación tan alta como la que tradicionalmente nos han representado, sino que los pies se hallaban a pocos centímetros de tierra. En cuanto a la forma, a lo largo de la historia del método de crucifixión, este se fue perfeccionando. Aparte del Stipes o crux simples, en el que se empalaba o ataba a la víctima, existían tres clases de cruces: La crux commisa o cruz de San Antonio tenía la forma de una “T” mayúscula, la crux decussata o cruz de San Andrés tenía la forma de una “X”; y la última sería la crux immissa conocida como cruz latina, que es una variante de la griega, formada por dos barras. Esta última podría ser la utilizada para la crucifixión de Jesús, un hecho reforzado para algunos por la colocación del titulus crucis. Tampoco el posicionamiento del título IESUS NAZARENUS REX IUDAEORUM ( I.N.R.I.), es una prueba definitiva de que la cruz de Jesús fuese la immissa y debe tenerse en consideración que las evidencias arqueológicas e históricas indican que la cruz commisa o Tau era la más usada por los romanos en la Palestina del siglo I d.C.

Es posible que Jesús se apoyara en una tabla horizontal fijada a mitad del estípie como asiento para alargar la agonía. A esta base de madera se la denominaba sedile o sedulum. En un dibujo de la reconstrucción de la crucifixión de Yehohanán a partir del hallazgo de sus huesos en Givat ha-Mitvar, el profesor N. Haas muestra este asiento de madera.














Hay por tanto múltiples cuestiones todavía referentes a la crucifixión de Jesús que difícilmente llegaremos a saber. Para Bonifacio Fernández, profesor de Teología y experto en Cristología «no se puede saber con exactitud que ocurrió antes y durante la crucifixión. Conocemos por el Derecho romano que era una práctica muy extendida y poco más, pero de ahí a precisar, por ejemplo, la trayectoria que siguieron los clavos en el cuerpo o que este medía 1,80 metros de alto, es algo que de momento, me parece imposible de demostrar».

La crucifixión estuvo legalmente operativa hasta el siglo IV d.C., cuando el emperador Constantino prohibió la crucifixión como pena. Sin embargo, se continuó usando en otras partes del mundo y en épocas posteriores. Incluso Luis VI de Francia ordenó crucificar en el año 1127 al asesino del conde de Flandes,Carlos el Bueno y en Japón se practicó hasta el siglo XIX, una especie de crucifixión en la que ataba a la víctima a una cruz, y el verdugo disparaba flechas a partes no vitales de la anatomía, para ocasionarle una muerte lenta y dolorosa.


copiado de: Arqueologos.org

viernes, 14 de setiembre de 2007

Sin fe es imposible agradar a Dios


El creer en Dios nunca es tan importante como cuando tenemos que vencer ciertas barreras que necesitan ser derribadas por completo. Además,dificilmente haya algo que sea mas desafiante que creerle a Dios.

¿Por qué? Porque ya hemos batallado con la mayoría de nuestras barreras por años y tal vez hemos probado incontables remedios en un esfuerzo por ser libres, pero no hemos obtenido resultado alguno. El enemigo nos acosa con palabras como: " Nunca serás libre. Lo has intentado ciento de veces. Siempre vuelves a lo mismo. Eres un caso perdido. Eres débil. Eres un fracaso. No tienes lo que se necesita.".

Cada una de estas declaraciones sobre nuestras vidas, son mentiras. Si tú eres creyente en cristo, tú si tienes lo que se necesita: Tienes a Jesús, quien es el camino,la verdad y la vida. Pero para derribar esas barreras, tienes que hacer algo más que creer en él , tienes que creerle a él.
Cree que él puede hacer todo lo que dice que puede. Cree que tu puedes hacer todo lo que él dice que puedes. Cree que él es quien dice ser. Y cree que tu eres quien él dice que eres.

Tal vez estés pensando: " Quiero creer, solo que no tengo suficiente fe". La palabra de Dios registra un encuentro que se dio en Marcos 9:14-24, el cual sirve para animar a toda persona que quiera creer:

"Cuando llegaron adonde estaban los otros discípulos, vieron que a su alrededor había mucha gente y que los maestros de la ley discutían con ellos. Tan pronto como la gente vio a Jesús, todos se sorprendieron y corrieron a saludarlo. —¿Qué están discutiendo con ellos? —les preguntó. —Maestro —respondió un hombre de entre la multitud—, te he traído a mi hijo, pues está poseído por un espíritu que le ha quitado el habla. Cada vez que se apodera de él, lo derriba. Echa espumarajos, cruje los dientes y se queda rígido. Les pedí a tus discípulos que expulsaran al espíritu, pero no lo lograron. —¡Ah, generación incrédula! —respondió Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho. Así que se lo llevaron. Tan pronto como vio a Jesús, el espíritu sacudió de tal modo al muchacho que éste cayó al suelo y comenzó a revolcarse echando espumarajos. —¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto? —le preguntó Jesús al padre.
—Desde que era niño —contestó—. Muchas veces lo ha echado al fuego y al agua para matarlo. Si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos. — ¿Cómo que si puedo? Para el que cree, todo es posible. — ¡Sí creo! —exclamó de inmediato el padre del muchacho—. pero ¡Ayúdame en mi poca fe! "


Todo es posible para el que cree. La respuesta del padre entonces contiene uno de los momentos mas honestos y preciosos en el registro de los encuentros que Cristo tuvo con la gente. Inmediatamente el padre del muchacho exclamo: "Creo", luego, como si Cristo hubiera mirado a sus ojos y hubiese leído su mente dubitativa, el padre del muchacho rápidamente añadió: " Pero ayudame en mi incredulidad".

Debiéramos orar con confianza, sabiendo que Dios responderá a nuestros pedidos sin demora. Es imposible que la oración sincera e insistente no sea escuchada. Pero por no creer, no aplicamos la perseverancia suficiente y no experimentamos la bondad y la ayuda de Dios.

De modo que es necesario que nos volvamos más entusiastas en cuanto a la fe y la oración, sabiendo que a Dios le complace que perseveremos. A decir verdad, Dios nos ordenó que fuéramos insistentes en oración: " Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá" (Mateo 7:7)

Hermano: "Que el Señor te responda en el día de angustia, que el nombre del Dios de Jacob te ponga en alto, que desde el santuario te envíe ayuda y desde Sión te sostenga, que se acuerde de todas tus ofrendas y halle aceptable tu holocausto, que te conceda el deseo de tu corazón y cumpla todos tus anhelos". Salmo 20

Dios te bendiga

viernes, 7 de setiembre de 2007

¡Dios existe!





Un barbero le decía a su cliente mientras le recortaba el pelo:- Fíjese caballero que yo no creo que Dios exista, como usted dice.- Pero, ¿por qué dice usted eso? -pregunta el cliente.- Pues es muy fácil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe. O... dígame, ¿acaso si Dios existiera, habría tantos enfermos? ¿Habría niños abandonados? Si Dios existiera, no habría sufrimiento ni tanto dolor para la humanidad. Yo no puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas.

El cliente se quedó pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión. El barbero terminó su trabajo y, recién abandonaba la barbería, vio en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo; se veía muy desarreglado. Entonces entró de nuevo a la barbería y le dijo al barbero.- ¿Sabe una cosa? ¡Los barberos no existen!.- ¿Cómo que no existen? -pregunta el barbero- Si aquí estoy yo y soy barbero.- ¡No! -dijo el cliente- no existen, porque si existieran barberos no habría personas con el pelo y la barba tan larga como la de ese hombre que va por la calle.- Ah, los barberos si existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mi.- ¡Exacto! -dijo el cliente- Lo mismo ocurre con Dios. Las personas no van a Dios y por eso hay tanto dolor y miseria.

Mal juicio...





Una pareja de jóvenes tenia varios años de casados y nunca pudieron tener hijos.

Para no sentirse solos, compraron un cachorro pastor alemán y lo amaron como si fuera su propio hijo. El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso pastor alemán. El perro salvó, en mas de una ocasión, a la pareja de ser atacada por ladrones. Siempre fue muy fiel, quería y defendía a sus dueños contra cualquier peligro. Luego de siete años de tener al perro, la pareja logró tener el hijo tan ansiado.

La pareja estaba muy contenta con su nuevo hijo y disminuyeron las atenciones que tenían con el perro. Este se sintió relegado y comenzó a sentir celos del bebe, y no era el mismo perro cariñoso y fiel que tuvieron durante siete años.

Un día la pareja dejó al bebe plácidamente durmiendo en la cuna, y fueron a la terraza a preparar una carne asada. De repente, cuando se dirigían al cuarto del bebé vieron con asombro al perro en el pasillo, con la boca ensangrentada y moviéndoles la cola. El dueño del perro casi sin pensar, sacó un arma que llevaba y en el acto mató al perro.

Luego corrió hacia la habitación esperando encontrar lo peor que su imaginación pudiera crear, pero cual fue su sorpresa de encontrar al bebe aun dormido y sobre los pies de la cuna... a una gran serpiente degollada.

Cuantas veces juzgamos solo por las apariencias, cuantas veces nos equivocamos !

miércoles, 5 de setiembre de 2007

Carta a mi hermano


Que Dios, nuestro Padre celestial te bendiga hermano mio, que traiga paz y consuelo a tu corazón, como lo ha venido haciendo conmigo. Bendito sea nuestro Dios, padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación.

Puedo ahora declarar victoria bajo su protección, El ha velado por mí en este difícil tiempo de confusión y angustia y me ha elevado sobre roca firme, y he encontrado la paz que nadie me pudo entregar. Quiero confesarte el duro momento que el corazón de tu hermano estuvo sufriendo.

Siendo tú y yo tan parecidos, habiendo compartido varias conversaciones sobre nuestras creencias en el pasado,debe costarte mucho trabajo aceptar que te hable de esto. Yo que estuve alejado del camino, critiqué e hice vergonzosas burlas de lo que ahora profeso,negaba toda existencia de la personificación de nuestro Señor en Jesucristo e insistía en derrumbar la fe de los que me rodeaban con mis "lógicas" teorías mundanas; pero como lo dice el apóstol Pablo en 2 Corintios 5:17 : " De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es;las cosas viejas pasaron;he aquí, son hechas nuevas".

Hermano, Dios me ha revelado el poder de su gran misericordia y divina gracia; ha perdonado al hombre que fui y ha creado a una nueva criatura. Sé que es difícil creer lo que te estoy diciendo,viniendo de alguien como yo, quién llego a quemar las palabras de mi Padre ante los ojos atónitos de su esposa, con tal que aceptara mis caprichos. Es ese mismo que hoy se ha puesto de rodillas ante el Señor y que oye con detenimiento, amor y mucha fe sus palabras.

Te aseguro que no hay hombre, sea científico, filósofo o erudito en la faz de la tierra que me aparte de mi Dios con sus preceptos, porque lo que yo creo fielmente es en esta relación personal que tengo con El, y nadie puede inmiscuirse en lo que me pertenece por derecho, el derecho que mi padre me ha concedido: su increíble amor y gracia para conmigo.(Romanos 8:38-39 : "Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro").

No es mi intención hacerte cambiar de parecer, sea quizás que aun no es tu tiempo, pero no recargues todo ese lastre sobre tus espaldas y lo lleves por ti solo,yo sé lo que estás pasando, sé de tus angustias, de tus temores, yo lo sé, porque tu esposa me lo ha contado, que no puedes dormir por las noches debido a tus problemas y a esos pensamientos que no salen de tu cabeza y agitan tu corazón. Quiero, si en algo puedo ayudarte hoy día, es que medites simplemente unos minutos en estas palabras que te las digo con todo el cariño y amor que te tengo. Yo estuve cerca de perder todo en esta vida, mi salud, mi familia y hasta mi propia existencia. Dios no ha permitido que eso suceda y me ha dado una oportunidad para testificar su grandeza, Dios no castiga y eso te lo aseguro con determinación, al contrario, Dios nos protege de nuestros propios errores y sus consecuencias.

No eres el único que esta padeciendo en este momento. Hubo noches, no hace mucho atrás, que no podía dormir, por remordimiento, culpabilidad y temor, pero mira que grande es el Señor que fue quien me dio esa paz para vencer cualquier temor y fue allí en medio de esa tormenta donde empecé a leer la biblia y encontré el Salmo 91 que se convirtió en mi oración todas las noches. Pero fue el encuentro personal que tuve con El lo más grande que me ha podido suceder.

Más allá de las iglesias, más allá de la religión, eso podemos discutirlo luego, pero te invito a que hables con El esta noche o en este mismo instante, deja tu orgullo, la confianza en tus propias fuerzas y cédele a El tus cargas, El gustoso las llevará por ti, y no solo eso, sino que te protegerá y te va a bendecir para siempre.

No quiero cambiar tu modo de pensar con esta pequeña carta, pero quiero decirte solamente para terminar, que Dios te ama, date a ti mismo una oportunidad, como lo hice yo. Dios no solo ha hecho grandes cosas en mi vida, ha limpiado cada célula de mi cuerpo, créeme lo que te digo,he vuelto a nacer...Dios le hizo el milagro a Víctor.
Te quiero mucho, y estaré orando por ti.
Tu hermano.
José Víctor

domingo, 2 de setiembre de 2007

Hombres en la cocina, recetas para salir del paso




Algunas recetas sencillas y económicas para nosotros los hombres que no tenemos mucha practica en la cocina...





Receta de guacamole

Ingredientes:

200 gr de yogurt natural

1 aguacate, pelado y sin el hueso.

1 cebolla, cortada en trozos grandes

1 diente de ajo machacado.

1 cucharada de zumo de limón

2 cucharaditas de salsa tabasco

Pimienta recién molida, al gusto


Elaboración:

Colocamos todos los ingredientes en la picadora y no soltamos el botón hasta que obtengamos una crema uniforme.
Guardamos la crema en la nevera, ya que se consume fría.
Como sugerencia, puede servirse para acompañar unos nachos de maíz.


Receta de ajonesa

Ingredientes:

Un huevo

Un ajo

Aceite de girasol

Elaboración:

Esta es una salsa muy adecuada para acompañar patatas fritas o carne a la plancha.
Necesitaremos una batidora.
Verter el huevo en el recipiente de la batidora. Añadir el ajo pelado y cortado a trocitos. Echar una pizca de sal y un dedo de aceite.
Empezar a batir. Mientras sujetas la batidora con una mano, con la otra vas echando aceite poco a poco, de forma que vaya cayendo un hilillo de aceite sin dejar de batir.
Continuar así hasta que la salsa espese.


Receta de arroz a la cubana

Ingredientes:

200 gr de arroz hervido

200 gr de salsa de tomate preparada

4 plátanos pelados

8 huevos

Aceite de oliva

Sal

Elaboración:

Los ingredientes son para 4 personas.
Hervimos el arroz y lo reservamos en el horno, que tendremos precalentado.
Ponemos al fuego la salsa de tomate, y al mismo tiempo, doraremos los plátanos por todos los lados en una sartén en la que previamente habremos puesto un poco de aceite.
Retiramos los plátanos y los reservamos en el horno, junto con el arroz.
Agregamos aceite a la sartén y freímos los huevos. Servimos en cada plato dos huevos, un plátano y una cuarta parte del arroz recubierto de la salsa de tomate. Todo bien caliente.


Receta de paté de atún

Ingredientes:

175 gr de atún en aceite

1 diente de ajo

1 cucharadita de pimienta de Cayena

2 cucharadas de zumo de limón

2 cucharadas de nata liquida

1 gota de tabasco

1 cucharada de perejil picado

Pimienta negra

Sal

Elaboración:

Escurrimos el atún y lo colocamos en el recipiente de la batidora, junto con el resto de los ingredientes.
Batimos hasta obtener una mezcla de consistencia homogénea.
Para su presentación, colocamos la mezcla en un recipiente de cristal, cerámica, etc...
Lo serviremos acompañado de tostadas y ensalada.


¡¡Buen provecho!!