de vez en cuando

sábado, 28 de julio de 2007

Empuja la vaquita !!...


Un maestro de la sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia muy pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar. Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de las visitas y el hecho también de conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que se obtienen de estas experiencias.

Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes, una pareja y sus tres menores hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas, sin calzado. Entonces se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y le preguntó: "En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos de comercio tampoco, ¿cómo hacen usted y su familia para sobrevivir aqui?."

El hombre muy pausadamente le respondió: "Amigo mío, pasto no nos falta nunca y tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros alimentos en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada, etc., para nuestro propio consumo y es asi como hemos venido sobreviviendo".

El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, luego se despidió y se fue. En el medio del camino, volteó hacia su fiel discípulo y le ordenó: "Busca la vaquita, llévala al precipicio que se encuentra allí en frente y empújala al barranco".

El joven espantado vio al maestro y le cuestionó sobre el hecho de que la vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia. Mas como percibió el silencio absoluto del maestro, fue a cumplir la orden. Así que empujó la vaquita por el precipicio y la vio morir. Aquella escena quedó grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años.

Un día el joven resolvió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. Así lo hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo diferente, con árboles floridos, todo habitado, con un auto en el garaje de tremenda casa y dos niños jugando en el jardín.

El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia tuviese que vender el terreno para sobrevivir, aceleró el paso y llegando allá, fue recibido por un señor muy simpático, el joven preguntó por la familia que vivía ahí cinco años atrás, el señor respondió que seguían viviendo ahí.

Espantado el joven entró corriendo a la casa y confirmó que era la misma familia que visitó hace algunos años con el maestro. Elogió el lugar y le preguntó al señor: ¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?.

El señor entusiasmado le respondió: " Nosotros teníamos una vaquita que cayó por el precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos, así alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora".

Todos nosotros tenemos una vaquita que nos proporciona alguna cosa básica para nuestra sobrevivencia la cual es una convivencia con la rutina, nos hace dependientes, el mundo casi se reduce a lo que la vaquita nos produce. Atrévete a descubrir cual es tu vaquita para empujarla por el precipicio...


Tomado de : http://www.elatrio.net/relatos/

viernes, 27 de julio de 2007

Un milagro para Víctor




Encontré una canción muy especial hace unas semanas, precisamente en un momento muy difícil de mi vida, donde se puso a prueba la escaza fe que antes tenía. Si alguien me hubiese preguntado en ese entonces: ¿ Cuan grande es tu fe?, le hubiera respondido: ¿De qué fe me hablas?.

Existen circunstancias en la vida de cada uno de nosotros donde por más que giremos el cubo no encontramos solución alguna. A lo mejor a ti te ha pasado alguna vez. Esta es la historia de Víctor, pero puede ser la tuya o la mía.

"Días atrás recibí una terrible noticia que podía afectar no solo a mi mismo sino a toda mi familia. Por primera vez sentí lo vulnerable que somos todos nosotros y cuan frágil es la linea que nos separa de la desgracia y calamidad.

Tras la desesperación , la angustia y agonía inicial, miraba a todos lados buscando respuesta, auto consolación, no podía estar quieto un solo segundo, aun sentado mis piernas no dejaban de moverse. Llamé a cuanta gente pude, pero fue en vano, apenas dejaba de hablarle a una persona por teléfono ya estaba marcando el siguiente número en mi lista, cuando de repente, ya no tenía a quién más llamar...

Pedía consejo y nadie podía darme siquiera uno. Dime, ¿Que consejo le darías a alguien que te dice que está por morir, que puede tener una enfermedad que acabaría con su vida?, ¿Como calmarías el llanto de sus hijos?, ¿Como le darías paz a ese pobre corazón?.

La angustia se define según el diccionario como : "Temor opresivo sin causa precisa. -Sofoco, sensación de opresión en la región torácica o abdominal. -Aflicción, congoja, ansiedad", pues yo sentía todo eso y mucho más.

Me enfrenté al hecho evidente de que el problema era demasiado grande para manejarlo yo mismo. Nadie podía ponerse en mis zapatos, cualquiera sentía mi sufrimiento pero solo yo lo sufría intensamente, solo yo llevaba este dolor clavado en mi pecho."


Yo mismo vi a Víctor, como si me estuviera viendo a mi mismo. Me imaginaba lo que sería levantarse una mañana y enterarse que uno tiene una enfermedad que lo puede llevar a la muerte .

Esa tarde, solo en un rincón de su habitación Víctor cerró los ojos, y después de mucho tiempo sintió la necesidad de orar... Oró con humildad, arrepentido por sus errores, por creer durante toda su vida que la auto suficiencia estimula al hombre,lo hace más fuerte, que la incredulidad lo hace desafiar al mundo y lo material es el único medio para alcanzar la felicidad y cubrir sus necesidades.

Ahora todo eso pasaba a ser un lastre, una atadura, un peso sobre su espalda. Víctor no podía más, y en silencio lloró, como talvez nunca antes había llorado en su vida....Era mucho para él y no soportó más. Miró al cielo con esos ojos humedecidos por las lágrimas y suplicándole al Señor le dijo, "Padre ayúdame, ya no puedo más yo solo".

Víctor vivió de espaldas al Señor toda su vida , tomaba decisiones sin que se le pase por la mente buscar a Dios. Pensaba que mientras no mintiera, robase o matase estaba dentro de la voluntad de El. Víctor no es un hombre malo, pero ha dedicado egoistamente sus días para si mismo, él era su prioridad, él , primero él , después, bueno, cualquiera que siga en su lista : su esposa, sus hijos, su madre, su familia y amigos íntimos.

Víctor es real, como lo es su sufrimiento, Víctor espera un milagro, ha vuelto los ojos hacia el Señor, quien es el único que lo reconforta y consuela. El amor de nuestro Señor misericordioso le ha animado a seguir luchando... Yo sé que Dios en su grandiosa sabiduría tiene una misión para él. Víctor ora con mucha fe, se congrega con otros hermanos en una Iglesia Hispana aquí en Columbus. Su fe ha crecido y es lo que lo alimenta a él y a su esposa diariamente.

La historia de Víctor ha cambiado mi vida, como lo han hecho las promesas de mi Dios Padre....

Esta canción es preciosa, es mi favorita y he decidido ponerla en mi blog . Si te gusta, aquí está la letra:
Dios te bendiga !


Al Mundo Dios amó

Al mundo Dios amó, que a su hijo El nos dio
Y todo aquel que creyera en El
No perezca más tenga vida eterna

He tratado de hallar palabras que decir
Y hacerte conocer a un Dios de gran poder
Nada puede en este mundo comparar
Con la paz que siente tu alma cuando El en ti está

Si yo sé que difícil es de contemplar dejarlo todo
Y confiar solo en El
Si yo sé que es la verdad
Que su amor es para ti
Toma su palabra y ves lo que El hará

El es fiel con sus promesas, tomando su mano
Seguro estarás

Hay que dar ese paso de fe
El te ve, te ayudará y paz El te dará

Vida eterna, vida eterna, al mundo Dios amó
Que crea en El, que crea en El
El te ama mucho
El te quiere

Jaci Velasquez


Al mundo Dios amó

sábado, 21 de julio de 2007

Salmo 91









1 El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Todopoderoso.
2 Diré yo a Jehová: Tú eres mi refugio, mi fortaleza;
el Dios en quien confio.
3 El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
4 Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Su verdad será tu escudo y tu baluarte!.
5 No temerás el terror de la noche,
Ni flecha que vuele de día,
6 Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.
7 Caerán mil a tu izquierda,
Y diez mil a tu derecha;
pero a ti no te afectará.
8 Ciertamente con tus ojos mirarás
a los impios recibir su merecido.
9 Porque has puesto a Jehová, por tu refugio,
Al Altísimo por tu protección,
10 No te sobrevendrá mal,
Ni plaga tocará tu hogar.
11 Porque El ordenará que sus ángeles
te cuiden en todos tus caminos.
12 En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece con piedra alguna.
13 Aplastarás al león y a la víbora;
Hollarás fieras y serpientes !.
14 Dice el Señor : "Por cuanto en mí ha puesto su amor,
yo también lo libraré; Le pondré en alto,
porque reconoce mi nombre.
15 Me invocará, y yo le responderé;
Con él estaré en momentos de angustia;
Lo libraré y le llenaré de honores.
16 Lo colmaré con muchos años de vida,
Y le haré gozar de mi salvación".

Gracias Padre por tus promesas !



Te invito a visitar mi otro post sobre este Salmo 91 y otras notas publicadas relacionadas en Carta a mi hermano