120 segundos de angustia
Ayer recibí la penosa noticia sobre el terremoto que sacudió las costas del Perú cuyo epicentro se localizó en el mar, a 167 kilómetros al sur de Lima y frente a la ciudad de Pisco. La urbe más afectada es Ica, a 300 kilómetros de la capital, donde se han registrado las víctimas y se han derrumbado edificios.
El terremoto de ayer duró aproximadamente dos minutos, uno de los más largos registrados.La comunicación colapsó debido a la magnitud de llamadas, tratamos insistentemente de llamar a Lima desde aquí, pero era en vano.
Felizmente pudimos comunicarnos con nuestras familias después de insistir por horas. Todos, gracias a Dios se encontraban bien. Mi madre, que tiene una pierna enyesada en estos momentos, se encontraba en su casa en el momento del terremoto en un departamento en el octavo piso de un edificio a pocos metros del mar. Yo sé, por experiencia propia, lo que se siente al estar "en el aire" cuando la tierra tiembla. Defensa civil dio la alarma de tsunami y ella se vio obligada a dejar su casa para resguardarse "tierra adentro" en casa de una tía. Afortunadamente la alarma fue cancelada una hora más tarde.
La intensidad del sismo fue de 7.9 en la escala de Ritcher. Existen varias escalas para medir la energía sísmica liberada en cada terremoto pero la más usada es la de Richter, que establece, basado en el registro del sismógrafo, el grado y las consecuencias.
Aquí esta la tabla:
Menos de 3,5 no se siente, pero queda registrado.
3,5 - 5,4 se siente, pero causa daños menores.
5,5 – 6,0 ocasiona daños ligeros a edificios.
6,1 – 6,9 puede ocasionar daños severos en zonas muy pobladas.
7,0 – 7,9 terremoto mayor que causa graves daños.
8 o más gran terremoto con destrucción total de los grupos de población cercanos.
Me solidarizo con todas las victimas, con mis hermanos peruanos en esta difícil prueba. Todos ustedes están en nuestras oraciones. Fuerza y sobre todo, mucha fe.
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