de vez en cuando

jueves, 9 de agosto de 2007

Evangelio de Tomás - Introducción


En el año 1945 dos campesinos egipcios encontraron más de 1,100 páginas de antiguos manuscritos en papiro, enterrados junto al acantilado oriental en el alto valle del río Nilo. Los textos eran traducciones de originales griegos al copto, el cual era la etapa helenística de la antigua lengua faraónica.

El copto fue una lengua que surge alrededor del siglo III, en el Antiguo Egipto, y subsiguientemente fue reemplazada en árabe como la lengua vernácula egipcia después de la conquista musulmana en el 640 d.C. En la actualidad perdura sólo como lengua litúrgica de la Iglesia Ortodoxa Copta.
El alfabeto copto es una versión ligeramente modificada del alfabeto griego, con algunas letras propias demóticas utilizadas para representar varios sonidos no existentes en el alfabeto griego. Como lengua cotidiana tuvo su apogeo desde el siglo III hasta el siglo VI.

Estos papiros, primeramente vistos por eruditos en marzo de 1946 (Jacques Schwarz & Charles Kuentz, Códice II, en la tienda de antigüedades de Mansoor Abd el-Sayed, en Cairo), desde 1952 han sido conservados en el Museo Copto del Cairo Antiguo. Parte de estos pergaminos corresponderían a los evangelios apócrifos ( que no fueron incluidos en el Nuevo Testamento ) de Tomas ( el apóstol ), Felipe y Valentín.

El autor del Evangelio de Tomás se registra como Santo Tomás el apóstol, uno de los doce. El documento consta de una colección de más de cien dichos y diálogos cortos del Salvador, sin narrativa conectiva. Últimamente, hace 100 años en Oxyrhynchus de Egipto se encontraron algunos fragmentos de lo que ya sabemos es una versión previa de Tomás en griego.
Este reciente descubrimiento de la versión copta de Tomás al fin ha permitido disponer del evangelio en su totalidad. Evidencia adicional, como el asíndeton en Tom 6, revela una fuente subyacente semítica. Casi todos los eruditos bíblicos quienes han estado estudiando este documento desde su primera publicación, ya han concluido que Tomás debe ser aceptado como un quinto evangelio auténtico, junto con el cuarteto canónico de San Juan y los sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas).

¿Por qué el evangelio de Tomás no está incluido en la Biblia?. Pues porque, a diferencia de los evangelios canónicos (los que sí son considerados como inspirados por Dios) éste no surgió de una comunidad cristiana. Lo más probable es que haya circulado como un escrito gnóstico, pues tiene un estilo que se asemeja mucho en lo arcano, esotérico y lleno de frases misticas. Y aún cuando hubiera surgido en una comunidad cristiana, lo que determinó que algunos libros fueran aceptados como canónicos y otros no, fue el consenso entre las Iglesias (entiéndase por "Iglesias" las distintas comunidades cristianas pertenecientes a la única Iglesia de Jesucristo).

En mi próximo post incluiré fragmentos de este evangelio que no fue considerado en el Canon.

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