de vez en cuando

domingo, 5 de agosto de 2007

Oídos sordos







Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo.

Cuando vieron cuan hondo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.

Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas.

Las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles.

Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió.

Ella se desplomó y murió. Pero la otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.

Una vez más, la multitud de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenía caso seguir luchando. Pero la rana saltaba cada vez con más fuerzas hasta que finalmente logró salir del hoyo.

Cuando salió las otras ranas le dijeron: "Nos da gusto que hayas logrado salir, a pesar de lo que te gritamos".

La rana les explicó que era medio sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo.

Moraleja:
1. La palabra tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento compartida a alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo.

2. Una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentre desanimado puede ser lo que acabe por destruirlo. Tengamos cuidado con lo que decimos.

3. Una persona especial es la que se da tiempo para animar a otros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Puchisssss... no lo había pensado, pero tiene mucho sentido.

Motivadora la historia.

Saludos.

º*ºDulceº*º dijo...

En los Estados Unidos de Norteamérica, en la NASA, hay un póster de una abeja, el cual dice así:
"Aerodinámicamente el cuerpo de una abeja no esta hecho para volar,lo bueno es que la abeja no lo sabe"


Cualquiera puede decir palabras que roben a los demás el espíritu que les lleva a seguir en la lucha en medio de tiempos difíciles.
Tengamos cuidado con lo que decimos. Pero sobre todo con lo que escuchamos, no siempre
hay que prestar atención, utilicemos sólo lo que es bueno. Hablemos de vida, de alegría, de esperanza, a todos aquellos que se cruzan en nuestro camino. Ese es el poder de las palabras...
A veces es difícil comprender que una palabra de ánimo pueda hacer tanto bien.

"Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar" (Paulo Coelho)

Un abrazo.